De las veinte primeras empresas mundiales, especializadas en control, explotación y comercio de datos, sólo dos son europeas; las otras dieciocho norteamericanas. La Comisión Europea, consciente de que el dominio de datos es la riqueza del futuro para la industria europea, (“Big Data es el nuevo petróleo”, en palabras de la comisaria Kroes) apuesta dentro del Horizonte 2020, por su explotación y desarrollo ante la significativa contribución que reportará a la economía europea. En 2020, los datos grandes y abiertos mejorarán el PIB europeo en un 1,9%, el equivalente a un año completo del crecimiento económico en la Unión Europea. La creciente adopción del Big Data tendrá otro impacto positivo: la creación de 3,7 millones de empleos de aquí a 2.017. ‘Científicos de datos’ es una profesión con gran futuro.
La explosión de datos es una realidad
que Europa debe explotar
“Aún no hemos conseguido que las empresa europeas compartan, como hacen con gran éxito las americanas, sus bases de datos lo que les reporta un gran beneficio”, señala a La Celosía desde Bruselas, Nuria De Lama, secretaria general de Big Data Value Association (BDVA). Esta asociación totalmente autofinanciada, sin fines de lucro, cuenta actualmente con 24 miembros fundadores de grandes y pymes de la industria y la investigación. BDVA trabaja codo con codo con la Comisión Europea para la ejecución de la Agenda Estratégica de Investigación e Innovación. Desde BDVA reconocen como las actividades económicas y sociales siempre han confiado en los datos, pero también subrayan como el aumento del volumen, la velocidad, la variedad, y el valor social y económico de los datos señala un cambio de paradigma. El volumen de datos está creciendo rápidamente: se espera que para el 2020 habrá más de 16 zettabytes de datos útiles (16 billones de GB), lo que implica un crecimiento de 236% por año desde 2013 hasta 2020. Esta explosión de datos es una realidad que Europa debe explotar de forma estructurada, agresiva y ambiciosa para crear valor para la sociedad, sus ciudadanos y sus empresas en todos los sectores. Los datos son ahora un activo que puede crear una ventaja competitiva significativa e impulsar la innovación, aumentar la competitividad y crear un impacto social. Por lo tanto, los grandes datos tienen que ser considerados como un activo principal para todos los sectores, organizaciones, países y regiones.
Francia y Alemania, por delante de España
“España lleva un gran retraso en Big Data frente a otros países europeos. Mantenemos reuniones con representantes de los ministerios de Industria y Educación pero las negociaciones son lentas”, señala Nuria De Lama. Como ejemplos de iniciativas modélicas ya en marcha cita SDIL en Alemania y Teralab en Francia. El equipo de expertos que trabaja en Bruselas en BDVA, considera que el uso inteligente de los datos revolucionará la toma de decisiones en las empresas. La creación de valor a partir de grandes volúmenes de datos podría convertirse en el principal motor de la economía digital europea. Para poner a Europa en la vanguardia de este desarrollo, el objetivo de BDVA es proporcionar una plataforma para acceder fácilmente a la información, intercambiar ideas y responder a las actividades relativas a una iniciativa Valor Big Data que toma forma en la UE. La experta española recuerda que hay una partida de 1.068 millones de euros de la Comisión Europea para investigación en grandes datos.
“La Agenda estratégica de Investigación e Innovación sobre Big Data Value que estamos siguiendo, no se trata de un simple documento para guiar dónde invertir en I+D sino cómo conseguir que esa inversión tenga impacto. Esta primera versión de la agenda ha contado con la participación de cientos de entidades tanto en el lado de la oferta como en la demanda”, subraya Nuria De Lama. Su asociación lleva un año organizando workshops en distintos países europeos con el sector público, organizaciones en el sector aeroespacial, medio ambiental, de transporte y logística, media, salud, etcétera. Luego lanzó una consulta pública en la web a nivel de la UE. Recoge por tanto una opinión consensuada, que se irá actualizando en los próximos meses. “Estamos trabajando ya con los estados miembros de cara a las iniciativas nacionales, así como en temas de regulación en data protection y definición de instrumentos ligados a innovación que aumenten el impacto de la inversión que se va a hacer en los próximos años, por ejemplo los llamados Innovation Space”, explica la experta española que ha adquirido su experiencia en una gran firma líder en servicios digitales para la que trabaja.
